divendres, de maig 29, 2009

MAX WEBER

0

Filósofo y pensador cristiano alemán. Considerado el Padre de la Constitución de Weimar.
Célebre por haber fundamentado sobre la relación entre el progreso occidental con la ética protestante.

Max Weber nació el 21 de abril de 1864 en Erfürt (Turingia, Alemania). Su padre era político y jurista; su madre calvinista y puritana. Estudió en las Universidades de Heidelberg, Múnich y Göttingen, obteniendo el grado de doctor a los 25 años de edad. Continuó en el ámbito universitario como profesor, enseñando Derecho en Berlín y Economía en Frieburg. Este último cargo le fue ofrecido en 1895, a raíz del prestigio que obtuvo con la publicación de sus primeros escritos. Al año siguiente se trasladó a la Universidad de Heidelberg, pero al poco tiempo, afectado por una enfermedad de origen nervioso, tuvo que dejar la docencia.

En 1904 fundó, junto a otros investigadores, la prestigiosa revista Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, en la que publicó algunos de sus escritos más importantes: La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1904-1905) y varios artículos que exponen su método basado en la definición de "tipos-ideales".

Con Simmel y Tonnies fundó, en 1910, la Sociedad Alemana de Sociología. Por ese entonces concibió el proyecto de publicar un libro que expusiera sus ideas en forma ordenada y conjunta. En 1915 escribió La ética económica de las religiones universales, con el fin de profundizar la reflexión iniciada con su obra La ética protestante sobre la mutua dependencia entre las variables económicas y la religión de la sociedad.

Retomó la docencia universitaria en 1918, en las Universidades de Viena y Munich. Formó parte de la delegación alemana para la negociación de la paz en Versalles y de la comisión que tuvo a su cargo redactar la Constitución de Weimar. Todo ello poco antes de su fallecimiento, acaecido el 14 de junio de 1920.

Además de Economía y sociedad, fueron publicadas como obras póstumas Estudio sobre sociología de la religión (1921), Estudios de metodología (1922) y Estudios de sociología y política de la historia social y económica (1924).

Como sociólogo, Weber se distanció por igual de las dos corrientes antagónicas dominantes en su tiempo: el positivismo y el marxismo. Contra los positivistas, remarcó la especificidad del objeto de estudio de las ciencias sociales, que no puede ser abordado con el método de las ciencias naturales. Weber señalaba que, mientras los fenómenos estudiados por las ciencias naturales dependen sólo de causas, los que estudian las ciencias sociales incluyen la finalidad, ya que su objeto son las acciones intencionales de los hombres.

Contra la opinión de Marx, Weber no creía que hubiera un factor que actúe siempre como variable independiente (el económico) y respecto del cual todos los demás (derecho, educación, filosofía, religión, etc.) sean meramente variables dependientes. Por el contrario, sostenía que, en diferentes momentos de la vida de una sociedad, cualquiera de estos factores puede adquirir preponderancia sobre los demás, como lo demuestra en su estudio La ética protestante, donde explica la aparición del moderno capitalismo no por una concatenación de causas económicas sino por la conjunción de una situación económica favorable (que también se había dado en otros momentos de la historia sin generar un efecto similar) y una mentalidad religiosa que veía en el éxito económico la señal de la predestinación para la salvación eterna.

Tampoco creía, como lo hacían Hegel y Marx, que la historia sigue un curso racional, ya que no podemos estudiarla en su totalidad y nos vemos imposibilitados de decir hacia dónde se dirige o, incluso, si se dirige hacia algún lado en particular.
No pudiendo estudiar la realidad social en su conjunto –ya que ésta es infinita– el científico social aborda siempre aspectos parciales. Por ello se ve obligado a seleccionar aquello que considera relevante y a abstenerse de formular leyes que pretendan explicarlo todo.

Revisten especial interés sus estudios sobre la preponderancia que va adquiriendo la burocracia a medida que se desarrolla el capitalismo. Weber señala el peligro de que la excesiva burocratización entorpezca y obstaculice el sistema democrático y representativo de gobierno.
Max Weber no fue sólo sociólogo. Su obra se extendió hacia otros campos en los que también dejó una profunda huella: Economía, Derecho, Historia, Política y Antropología.

Thomas Hobbes

0

Filosofía occidental
Filosofía del siglo XVII
Nacimiento 5 de abril de 1588
Malmesbury, Wiltshire, Inglaterra
Fallecimiento 4 de diciembre de 1679
Derbyshire, Inglaterra (91 años)
Escuela/Tradición Contrato social, realismo
Intereses principales Filosofía política, historia, ética, geometría
Ideas notables fundador moderno de la tradición del contrato social; la vida en estado natural es "solitaria, pobre, fea, bruta y corta"
Influido por Platón, Aristóteles, Tucídides, Tácito, Galileo, Nicolás Maquiavelo, René Descartes, Grocio, Selden
Influyó a Joseph Butler; toda filosofía política subsecuente; sociología: Ferdinand Tönnies

Thomas Hobbes (5 de abril de 1588 — 4 de diciembre de 1679), fue un filósofo inglés, cuya obra Leviatán (1651) estableció la fundación de la mayor parte de la filosofía política occidental. Es el teórico por excelencia del absolutismo político.

Hobbes es recordado por su obra sobre la filosofía política, aunque también contribuyó en una amplia gama de campos, incluyendo historia, geometría, teología, ética, filosofía general y ciencia política.

Más tarde diría respecto a su nacimiento: "El miedo y yo nacimos gemelos", dado que su madre dio a luz de forma prematura por el terror que infundía la Armada Invencible española acercándose a costas británicas.

Ha sido considerado a lo largo de la Historia del pensamiento como una persona oscura, de hecho en 1666 en Inglaterra se quemaron sus libros por considerarle ateo. Posteriormente, tras su muerte, se vuelven a quemar públicamente sus obras. En vida Hobbes tuvo dos grandes enemigos contra los que mantuvo fuertes tensiones: la Iglesia de Inglaterra y la Universidad de Oxford. La obra de Hobbes, no obstante, es considerada como línea de ruptura con la Edad Media y sus descripciones de la realidad de la época son brutales. Estuvo siempre en contacto con la Real Sociedad de Londres, sociedad científica fundada en 1660.

La época de Hobbes se caracteriza por una gran división política la cual confrontaba dos bandos bien definidos:

Monárquicos: que defendían la monarquía absoluta aduciendo que la legitimidad de ésta venía directamente de Dios.
Parlamentarios: afirmaban que la soberanía debía estar compartida entre el rey y el pueblo.
Hobbes se mantenía en una postura neutra entre ambos bandos ya que si bien afirmaba que la soberanía está en el rey, su poder no provenía de Dios. El pensamiento filosófico de Hobbes se define por enmarcarse dentro del materialismo mecanicista, corriente que dice que sólo existe un "cuerpo" y niega la existencia del alma. También dice que el hombre está regido por las leyes del Universo. En estos dos conceptos su pensamiento es parecido al de Spinoza, sin embargo se diferencia en gran medida de éste al afirmar que el hombre es como una máquina, ya que según Hobbes, el hombre se mueve continuamente para alcanzar sus deseos; este movimiento se clasifica en dos tipos: de acercamiento, el hombre siempre se acerca a las cosas que desea y de alejamiento, el hombre se aleja de las cosas que ponen en peligro su vida. Así dice que la sociedad está siempre en movimiento.

Escribió Leviatán, un manual sobre la naturaleza humana y como se organiza la sociedad. Partiendo de la definición de hombre y de sus características explica la aparición del Derecho y de los distintos tipos de gobierno que son necesarios para la convivencia en la sociedad. El origen del Estado es el pacto que realizan todos los hombres entre sí, subordinándose desde ese momento a un gobernante, el cual procura por el bien de todos los súbditos y de él mismo. De esa forma se conforma la organización social.

Su visión del estado de naturaleza anterior a la organización social es la "guerra de todos contra todos", la vida en ese estado es solitaria, pobre, brutal y breve. Habla del derecho de naturaleza, como la libertad de utilizar el poder que cada uno tiene para garantizar la auto conservación. Cuando el hombre se da cuenta de que no puede seguir viviendo en un estado de guerra civil continua, surge la ley de naturaleza, que limita al hombre a no realizar ningún acto que atente contra su vida o la de los otros. De esto se deriva la segunda ley de naturaleza, en la cual cada hombre renuncia o transfiere su derecho a un poder absoluto que le garantice el estado de paz. Así surge el contrato social en Hobbes. Junto con los Dos Tratados sobre el Gobierno Civil de John Locke y El contrato social de Rousseau, el Leviatán es una de las primeras obras de entidad que abordan el origen de la sociedad.


Situación filosófico-social [editar]En los albores de la edad moderna, el filósofo italiano Nicolás Maquiavelo expuso en su principal obra, El príncipe (1513), la teoría de que el gobernante no debe regir sus actos por normas morales o procedentes del derecho natural, sino que debe reconocer como única guía el bien del Estado. Por su parte, Jean Bodin propugnó que el Estado debe asumir la soberanía absoluta (summa potestas) sobre el pueblo. Contra el concepto de razón de Estado argüido por los anteriores fueron formuladas las teorías contractualísticas de Althusius (según el cual la soberanía descansa en el pueblo) y el iusnaturalismo de Hugo Grocio, que definió la injusticia como aquello que parece contrario a la comunidad de los seres sensitivos. Con Samuel von Pufendorf, quien aplicó al derecho el método deductivo de las ciencias matemáticas, adquirió valor el concepto de respeto recíproco.

En su tratado más famoso, Leviatán (1651), Hobbes señaló formalmente el paso de la doctrina del derecho natural a la teoría del derecho como contrato social. Según este filósofo inglés, en la condición de estado de naturaleza todos los hombres son libres, y sin embargo viven en el perpetuo peligro de que acontezca una guerra de todos contra todos (bellum erga omnes). Desde el momento en que la sumisión por contrato de un pueblo al dominio de un soberano abre una posibilidad de paz, no la verdad, sino el principio de autoridad (en tanto que garante de la paz) constituye el fundamento del derecho.

Frente a Hobbes, John Locke subrayó los derechos naturales del individuo frente a la autoridad del Estado. Su apelación a la libertad, a la igualdad y a la defensa de la propiedad privada, así como la doctrina de la separación de poderes del Estado que Charles-Louis de Montesquieu expuso en El espíritu de las leyes (1748), ejercitaron un influjo determinante sobre los acontecimientos políticos que desembocaron en la Declaración de Independencia estadounidense (1776) y en la Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano (1789) francesa. En el mismo periodo, en relación con las reflexiones del escocés David Hume, el filósofo alemán Immanuel Kant alumbró una distinción más estricta entre la esfera ética y la esfera del derecho, haciendo una clara diferencia entre una ley que obliga sólo interiormente y otra que contempla las acciones externas del individuo.

COMENARI DE TEXT: PÀG.237

0
auquest text està escrit per Hobbles, que explica perquè els èssers humans necessitem un estat per a viure milos i tenir més garanties en tots els sentits. i explica que l'única solució per aconsseguir això és la seguretat que donarà u monarca absolut, s'ha de arribar a un pacte, renunciant a la llibertat per poder aconsseguir seguretat.

titol: l'estat i la societa

Aquesta és una de les maneres d’organització de la societat, basada en una organització moderna, on el nucli és l'estat, que configura l'actual concepte de ciutadania, lligada en principi als dos costats de l'expressi´estat nacional: Estat i nació. A l'estat són els ciutadans qui obstenen l nacionalitat d'aquest paí que pot ser: el dret de sòl: estleix que s'ha de reconèixercom a ciutadà qui neix en el territori nacional, i per altre banda: el dret a sang: concedeix la prioritat a la nacionalitat dels pares, en un estat de dret la voluntat del subjecte és indispensable per conservar o canviar la nacionalitat i tambè compta la voluntat dels altres ciutadans d'aquell estat per permetre o negar aquests canvis

HISTÒRIA DE LA FILOSOFIA

0
espero que hos agradi aquest video

divendres, de maig 22, 2009

T. 13 FONAMENTS DE L'ESTAT SOCIAL I DEMOCRÀTIC DE DRET

0
auqest es el meu treball sobre el tema 13, espero que hos agradi:

dilluns, de maig 11, 2009

definicions tema 10

0
Intel•lectualisme moral: identifica el saber amb la virtut.
Maièutica: l’art de donar a llum a la veritat.
hedonisme: evitar el dolor
Felicitat (Aristòtil): és ser l’home en el sentit més ample de la paraula.
Prudència: capacitat per determinar allò que ens convé. La prudència és dedica a trobar el terme mitjà.
Pau interior: fent-se sensible el sofriment i les opinions alienes.
Aritmètica dels plaers:teoria utilitarista que defensa la suma dels plaers i que tots els plaers són iguals en qualitat
Utilitarisme de la regle: exigeix valorar la correcció de cada acció per les seves conseqüències.
Ètica d’euntologia:es aquella que es preocupa per el deure i la justícia de les normes i no pas per el fi o la finalitat.
Ètica teleològica:són aquelles que parlen de la moral en relació al fi i no pas al deure.
Imperatiu categòric: les ordres que ens ordenen obrar d’una manera o d’una altra.
Dignitat humana: els éssers que poden intercanviar-se per altres tenen un preu. En canvi un ésser que és autònom és únic i per això no té preu.
Intuïcionisme dels valors:afirma que poden captar els valors a través d’una intuïció emocional.
Comunitarisme:teoria que valora les comunitats concretes on es troben els individus i que defensa que els principis universals allunyen als éssers de la seva comunitat o dimensió comunitària i creen ésser desarrelats.
Universalisme:teoria que valora que són més importants els valors universals que la comunitat a la qual pertanyis creu que les comunitats són indispensables però amb una solidaritat de grup.

J. S. MILL

0

John Stuart Mill (1806-1873), filósofo, administrador y economista inglés, nació en Londres Inglaterra, siendo uno de los principales representantes del neoempirismo inglés del siglo XIX y el más influyente filósofo de habla inglesa en ese mismo siglo. Ha sido John Stuart Mill considerado por la posteridad como uno de los más profundos y eficaces voceros liberales, del hombre y la sociedad.
Su padre, James Mill[1], le dio una rigurosa y rígida educación basada en los principios del utilitarismo y del radicalismo filosófico de Bentham. Tan fue cierto, que a la edad de tres años empezó a aprender griego; a los siete años John Stuart Mill había leído casi todos los diálogos de Platón. Al año siguiente empezó el estudio del latín, y para entonces ya había digerido a Herodoto, Jenofonte, Diógenes Laertius y, en parte a Luciano. Entre los ocho y los doce años llevó a cabo el estudio de Virgilio, Horacio, Livio, Salustio, Ovidio, Terencio, Lucrecio, Aristóteles, Sócrates y Aristófanes; dominaba la geometría, el álgebra y el cálculo diferencial; había escrito una historia de Roma, un epítome de historia universal antigua, una historia de Holanda, y algunas poesías.
Teniendo doce años, se puso John Stuart Mill a estudiar lógica y las obras de Hobbes. A los trece estudió a fondo todo lo que había que estudiar en el campo de la economía política. Fue una educación extraordinaria, y comparada con las normas que hoy rigen, horrenda. No tuvo vacaciones (cuestión de disciplina imagino) y no tuvo amigos de adolescencia. Lo raro no sería que produjese grandes obras, sino que no se hubiese destruido por completo su personalidad al hacer contacto con el mundo “normal”.[2]
La más inmediata consecuencia de esta educación fue la famosa crisis espiritual (o abatimiento nervioso) descrita en su Autobiografía.
De ella se salvó en parte mediante la lectura de los poetas líricos y cierta rebelión contra los principios más estrechos del utilitarismo[3].
Más tarde, una nueva crisis emotiva sobrevino en su vida: su amistad y luego su amor por Harriet Taylor[4], para casarse con la cual aguardó veintiún años, durante los cuales sufrió todos los prejuicios de la sociedad victoriana de su tiempo[5]. Las dos crisis no son ajenas al desarrollo de su filosofía.
En particular la última puede explicar la vehemencia del filósofo (expresada siempre con correcta frialdad) contra el imperio de las conveniencias sociales sobre las individuales.
En 1857 John Stuart Mill hizo una enérgica defensa de la “East India Company” en el parlamento para que renovaran los estatutos de la misma; al no concedérsele su alegato, se jubila y rechaza una oferta para trabajar con el gobierno británico en los asuntos de la India.
En 1865 ingresa al parlamento como miembro independiente por Westminster, donde permaneció hasta 1868. Luego pasó su tiempo alterntivamente entre Londres y Aviñón, admirado y solicitado por muchos, accesible para pocos. John Stuart Mill Vivió hasta 1873, venerado y casi convertido en un objeto de culto[6]. Se le perdonaron sus suaves inclinaciones socialistas, en compensación al gran panorama de esperanza que había descubierto. En fin de cuentas lo que Mill propugnaba era algo aceptable: el impuesto sobre las rentas, los impuestos sobre las herencias y la formación de las cooperativas de trabajadores. Jamás fue John Stuart Mill optimista encuanto a las posibilidades de los sindicatos.


Desde el punto de vista más estrictamente filosófico, John Stuart Mill prosiguió la tarea de la fundamentación de las ciencias iniciada por sus antecesores de la escuela, pero con mayor amplitud de miras y a base de más amplias informaciones.
Coincidiendo con Comte en la posición antimetafísica, pero discrepando de él en diversos puntos capitales, particularmente en los problemas del método y en el reconocimiento de la psicología como ciencia efectiva, J. S. Mill aplicó ante todo sus reflexiones a la lógica, entendida como ciencia de la prueba, y a la psicología, considerada como parte esencial de las ciencias morales. La psicología de J. S. Mill es de carácter netamente asociacionista; siguiendo las tendencias iniciadas por Hartley y Priestley y consecuentemente desarrolladas por el utilitarismo, Mill concibe los hechos psíquicos como estados elementales a cuya unión se otorga un carácter substancial, sin que sea lícito, por otro lado, averiguar el fundamento de semejante substancia, pues el psicólogo debe atenerse pura y exclusivamente a las relaciones entre estados mentales elementales y a la formulación de las leyes correspondientes. Pero los hechos mentales son, en última instancia, el producto de las impresiones proporcionadas por la experiencia.
Toda ciencia que no se funde en esta experiencia, todo saber que pretenda averiguar algo más que las relaciones dadas en la experiencia, es fundamentalmente falso. Esta vinculación a la experiencia es propia no sólo de las ciencias físicas y morales, sino también de las ciencias matemáticas.

En el Sistema de lógica raciocinadora e inductiva (1843), obra que le dio una rápida y sólida fama, sostiene la tesis de que el empirismo y una filosofía basada en la experiencia obtienen mejores resultados, en orden a mejorar la sociedad, que cualquier otra. Frente a la teoría de la deducción clásica, basada en el silogismo, cuyo carácter de razonamiento circular ataca, sostiene que todo conocimiento llega por la experiencia, construye su propia teoría de la inducción, conocida como métodos o cánones de Mill y defiende la razonabilidad de la creencia en el principio de la uniformidad de la naturaleza. Distingue, además, entre leyes de la naturaleza, esto es, leyes causales, y meras leyes empíricas, que son generalizaciones de la experiencia.En su tratado de lógica argumenta que la vida humana y social tampoco debería quedar excluida de los planteamientos científicos empíricos; aboga por la existencia de una nueva ciencia, que debería llamarse etología, y cuyo objeto habrían de ser las leyes de la sociedad. Y, adoptando la perspectiva de la ley de los tres estados de Comte, considera el estado actual como el estado especulativo de la humanidad, del que ha de surgir un conocimiento científico de la realidad social.

El conocimiento científico de las leyes empíricas que determinan la realidad humana y social es totalmente compatible con la intervención del hombre en los asuntos sociales y políticos y con la afirmación decidida de la libertad humana individual. En Los principios de la economía política (1848), hace de la distribución de la riqueza el problema fundamental de la economía política, y en Consideraciones sobre el gobierno representativo (1861), señala la característica esencial de la democracia, que es ser suficientemente representativa de las minorías; sólo así es mejor que cualquier gobierno monárquico o aristocrático. En Sobre la servidumbre de las mujeres (1869), destaca que uno de los fallos de representatividad está en no reconocer el derecho de voto a las mujeres; tesis sumamente bien recibida por las sufragistas de final de siglo. Sobre la libertad (1859) es otra de sus grandes obras, comparable a Sistema de lógica. La libertad de la que se ocupa es la libertad del individuo en sociedad, la de acción, que se exterioriza en libertad de pensamiento, expresión, asociación y el ejercicio de los demás derechos civiles, pero no aquella que supone defensa y protección del individuo frente a los abusos u opresión del poder -que se supone que ya ha de estar defendida en un estado democrático-, sino la que ahoga la «tiranía de la mayoría», o de la masa, o de la opinión dominante.

La cohesión moral que necesita una sociedad ha de provenir de la ética. La que propone Mill, en Utilitarismo (1863), es la ética del principio utilitarista, según el cual la bondad de una acción corresponde a la mayor cantidad de felicidad del mayor número posible de personas, y donde «felicidad» es presencia de placer y ausencia de dolor. A las ideas de Bentham al respecto, añade Mill la de la cualidad del placer. Al egoísmo ético que supone el principio utilitarista, contrapone Mill, como contrapeso, la reflexión de que no hay felicidad propia sin la percepción de la felicidad de los demás. Representa esto la aportación del altruismo de Comte al principio utilitarista.
El empirismo epistemológico de Mill procede de Hume y de Berkeley; es fenomenista, por tanto. El conocimiento del hombre alcanza sólo los fenómenos. En este contexto, causa (que indaga justamente con sus «cánones» inductivos) es el «antecedente, o concurrencia de antecedentes, del que depende invariable e incondicionadamente el consecuente». De parecida manera, define la materia como «posibilidad permanente de sensación».
[1] Y no olvidemos que su progenitora se llamaba Harriet Burrow.
[2] En el año de 1823 (teniendo 16 años) obtiene trabajo en la “East India Company”, donde su padre era un alto funcionario. Trabajó allí hasta 1858.
[3] Aquel mundo delicado, seco e intelectual, de trabajo y de esfuerzo, en que se había nutrido, se hizo pronto estéril e insatisfactorio, y mientras otros jóvenes tenían que descubrir que en la actividad intelectual podía haber belleza, Mill hubo de descubrir que podía existir belleza en la belleza. Cayó en un acceso de melancolía; leyó a Goethe, después a Wordsworth, luego a Saint-Simon; es decir a escritores que hablaban del corazón con la misma seriedad con que su padre hablaba del cerebro.
[4] Una mujer en ese instante casada y con varios niños. Y se enamoraron, durando veinte años intercambio correspondencia, viajaron juntos dentro de una “perfecta pureza”. El marido de aquella falleció en 1849 y tres años más tarde se casaron.
[5] Fue una pareja superlativa. Harriet Taylor (y su tardía hija Helen) hizo culminar en Mill el despertar emocional que tan tardío se había manifestado; abrió los ojos de Mill a los derechos de la mujer y, lo que es todavía más importante, a los derechos humanos.
Era uno de los temas de interés de Mill, su esposa (hacia la que sentá una devoción rayana en la ceguera) y la búsqueda del saber.
Estando de gira por Francia el señor John Stuart Mill y su familia, fallece Harriet cerca de Avignon. Mill compró una casa cercana para no estar de la tumba de su amada.
[6] Ese año una breve enfermedad lo acongojó y se lo llevó a la tumba. Estuvo asistido todo el tiempo por su hija Helen

comentari de text 1 (tercer trimestre)

0
Idees principals:
Aquest text ha estat escrit per Immanuel Kant. Tracta sobre la dignitat i el que no té dignitat, explica que en la nostra felicitat com a fi tot el que no té dignitat, té un preu. Tot el que les persones volem per satisfer les nostres necessitats, tant les primàries com les secundaries, si no tenen dignitat, tot és pot comprar. També explica com a conclusió que la moralitat i la humanitat son els únics que tenen dignitat.

posa títol: preu o dignitat

El text es centra en la consciència moral i d’imperatiu categòric, els imperatius que proposava Kant, que es basaven en unes ordres morals com en el text la dignitat i per això no té preu, a diferencia entre els cínics que consideren que la felicitat consisteix en la llibertat radical de l’individu davant les normes i les institucions socials o els estoics que creuen que és savi el que viu segons la natura i per això s’interessen per l’ordre dels cosmos i per aquest sabem com ens hi hem de comportar, o els hedanistes que consideren que hi ha de moral perquè els homes busquen els plaer i fugen del dolor i pensen que la intel·ligència serveix per calcular els mitjans més adequats per aconseguir el màxim plaer possible.

ES MILLOR SER UN ÈSSER HUMÀ INSATISFET QUE UN PORC SATISFET

0
Aquesta frase és de J. S. Mill, que defensa l’ultraisme, i rebutja que tots els plaers tenen la mateixa mesura i que tots els plaers són iguals en qualitat.

Jo crec també que la felicitat com a plaer és pot mesurar i, per tant, què hi ha plaers superiors i plaers inferiors. Per a mi aquesta frase queda afirmada rotundament, ja que per a mi no és el mateix menjar, que veure una bona pel•lícula amb els meus amics, tot i que sinó menjo m’acabaré morint, però com és una acció que la fàs cada dia no té tant valor i per tant no em produirà tanta satisfacció i no la valoro lo sufucient.
En el que no estic d’acord és perquè un plaer sigui més simple ha de ser menys elevat perquè segurament un plaer simple moltes vegades és molt més elevat. Per a mi aquesta frase queda afirmada ja que tot el que pot tenir un porc satisfet, el pot tenir un humà insatisfet, ja què aspira a metes molt més altes.

ningú fà el mal sabent què ho fà?

0
Jo crec que, desgraciadament, aquesta afirmació és incorrecte, i per a mi és tendría que afirmar amb un si rotund. Aquest fet el dictamina la consiència moral de cada persona i crec que no hi ha cap personana que no sapiga mínimament distingir entre el que és el bé i el que és el mal, escepte persones discapacitades i infants que són éssers amoral.
Moltes vegades sense volguer si que fem accions que donden suport a aquesta afirmació, però desgraciadament no sempre és així, i moltes vegades fem accions per ferir algú i per donar-nos satisfacció a nosaltres mateixos, i quan penses realment en aquestes accions és molt trist perquè mai ningú deuría de estar satisfet amb els mals dels altres. Però això depén molt de la consiencia de les persones.
Per millorar el que tindriem que fer és, no jutjar els actes de les demés persones sinó els teus i així mica en mica podríem fer un món millor.